La espera...

Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas, por eso es que este hachazo nos sacude.
Nunca frente a tu muerte nos paramos a pensar en la muerte, ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la alegría. No lo sabemos bien, pero de pronto llega un incesante aviso, una escapada espada de la boca de Dios que cae y cae y cae lentamente. Y he aquí que temblamos de miedo, que nos ahoga el llanto contenido, que nos aprieta la garganta el miedo
.
Estuve contigo los últimos días de tu vida...siempre con una sonrisa, no podía permitir que me vieras llorar . Pero notabas mi tristeza en mi mirada y sabias que algo no andaba bien, lo presentías. Pero aun así, sonreías y hacías un esfuerzo de hablar y consolarnos con bromas, y te preocupabas por nosotros: "no tendrás problemas con tus materias si faltas? preguntabas; " A Alfonso a lo mejor lo corren del trabajo si viene hasta Obregón no le digan para que no se preocupe?"; "no le digan a Mari ni Alfonso que estoy aquí se van a preocupar"; “Y beto ..¿como se ha portado?; “Gorda ve a comer algo”; le decía a mi mamá... Como siempre a pesar de tu angustia estabas pensando en nosotros...porque sabias, porque sabes...lo mucho que nos haces falta.


* No tengo ánimos de escribir de otra cosa que no sea de mi papá; estas fechas me hacen recordar y revivir cada día que pase con el en el hospital y en estos momentos cualquier otro acontecimiento pierde importancia excepto el. Porque podría hablar de: mis dudas, mis traumas post-universitarios, trabajo, escuela, situación inconclusa con un chavo “equis”, graduación, futuro concierto, familia, tonterías y demás, pero no, en estas fechas lo único que me interesa es su recuerdo. Es parte de mi duelo.

0 comentarios:

Entrada más reciente Entrada antigua Página Principal